A finales del mes pasado estuve una semanita de vacaciones
en Galicia, mas concretamente en las Rías Baixas aunque también me escape a ver
Santiago de Compostela y A Coruña.
Como no podía ser menos al encontrarme en las Rías Baixas
tuve que hacer una de las visitas obligadas en esas tierras así que una tarde
me fui a visitar el camposanto de Santa Mariña de Cambados. Cambados es un
municipio situado en la comarca del Salnés, famosa por ser la cuna del vino
Albariño, situado en el centro de las Rías Baixas en la provincia de
Pontevedra.
Situado en la parte alta de esta histórica villa, en el
Monte de la Pastora, lo que hace singular a este
cementerio respecto al resto
es que parte de él se encuentra en el interior de las ruinas de la iglesia de
Santa Mariña Dozo de estilo gótico marinero que fue construido allá por el
siglo XV por orden de María de Ulloa, señora Cambados y madre de Alonso III de
Fonseca, sobre un edificio románico del siglo XII. Comenzó la construcción Lope
Sánchez de Ulloa, también se dice, aunque este dato no esta confirmado que
participo en su construcción Juana de Hungría, esposa de Payo Gómez de
Soutomaior.
El cardenal Jerónimo del Hoyo y Caamaño Bournacell datan el
inicio de la construcción en el siglo XV, según este ultimo entre los años
1470-1490. Otros autores como A. del Castillo, Filgueira Valverde, Álvarez
Limeses dan varias fechas entre 1502 y 1541. En esta iglesia se celebra el
culto hasta principios del siglo XIX. En 1838, ante la amenaza de ruina, se
trasladó temporalmente el culto a la iglesia de San Francisco. Actualmente solo
se celebra culto una vez al año, más concretamente el día de Todos los Santos.
Las ruinas de Santa Mariña Dozo fueron declaradas monumento
histórico-artístico en 1943 pero no sirvió de mucho ya que hasta el año 1977 no
comenzaron las obras de restauración. A principios de este año el camposanto de
Santa Mariña de Cambados ha entrado a formar parte de la ruta de cementerios
singulares de Europa, convirtiéndose así en el cuarto camposanto gallego
incluido en la lista que elabora la Association of Significant Cemeteries of
Europe (ASCE).
Una de las cosas que mas me llamo la atención fue la
disposición de las tumbas, ya que estaban tan juntas para aprovechar el terreno
que era casi imposible andar sin pisar algún sepulcro.
Para muchos las ruinas son sinónimo de deterioro y abandono,
pero para mi las ruinas de Santa Mariña Dozo en conjunto con el camposanto que
se asienta en ellas es uno de los lugares mas bellos y románticos de los que he
estado en mi vida. Un lugar imprescindible si visitas las Rías Baixas.
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